La alianza de Swapy con Ancap para llegar a más puntos del país con sus motos eléctricas y su meta de internacionalizarse en 2026
Swapy apuesta a posionarse como un eslabón clave en el camino de una mayor eficiencia energética en la movilidad urbana. Para esto estableció una alianza con Ducsa para aumentar su capilaridad.
La empresa uruguaya centra su propuesta en una solución de motos eléctricas con baterías intercambiables donde la infraestructura resulta un punto clave para el éxito.
"La alianza con ANCAP nos habilita los mejores espacios para poner los gabinetes (para intercambiar las baterías)", señala su cofundador Martín Piñeyro. Esta sinergia le garantiza a la empresa espacios seguros, con acceso 24 horas y energía.
Actualmente hay tres puntos instalados y entre esta semana y la próxima se concretarán ocho puntos de recambio de baterías para las motos, dos de estos puntos estarán en Punta del Este y Maldonado y seis están distribuidos entre el Centro de Montevideo y Ciudad de la Costa.
"El gran público que tenemos son los repartidores de plataformas", resalta Piñeyro con ellos trabajan, sobre todo, a través de una colaboración con PedidosYa. "Tenemos varios repartidores operando con nuestras motos y varios por empezar", resaltó Piñeyro. También hay empresas clientes que ya están operando con sus vehículos.
"Las motos les gustan mucho, al punto que nuevos riders que se están acercando a comprar son recomendados por los primeros que las usaron, indicó el co-fundador de la empresa que, a solo tres semanas de comenzar su operativa, ya tiene unos seis repartidores en la calle y tres que están por empezar a utilizarla.
Para incentivar a los repartidores hacia la apuesta por Swapy la empresa consolidó un crédito con República Microfinanzas con una tasa subsidiada por ANDE y una garantía Siga. "Con eso se configuró uno de los créditos más baratos y accesibles para este tipo de público", indicó el titular de Swapy. Las motos tienen un valor de US$ 2 .840. Durante el mes de diciembre hay un bono para los repartidores de esta plataforma de US$ 400, por lo que la moto les queda en US$ 2.440.
Adicionalmente, los repartidores se deben suscribir al serivicio de Swap para poder llevar adelante el intercambio de baterías lo que tiene un costo de $1.490 por semana. "Es una suscripción de pago semanal, porque ellos también cobran por semana y es bastante menos que los costos operativos que tienen habitualmente en combustible, lubricantes y reparaciones menores. Este costo es bastante más económico", subrayó el ejecutivo y destacó que, además de la conveniencia económica, la moto eléctrica tiene el beneficio de dañarse menos que la tradicional a combustión lo que resulta especialmente beneficioso en el caso de estos trabajos de uso intensivo del vehículo.
Crecer más allá de UruguayPara 2026, Swapy se propone hacer más densa su red de puntos de intercambio de baterías, crecer en Maldonado y sostener el ritmo de venta a los repartidores manteniendo esa satisfacción que potencia el efecto "boca a boca".
Pero la compañía también piensa en trascender las fronteras de Uruguay. "Queremos internacionalizar nuestra solución", remarcó Piñeyro. Para eso la empresa cuyo software fue realizado 100% en Uuruguay ya tiene dos posibles operadores en la región y comenzarán con pruebas durante el verano.
"También estamos intentando ir a un tercer país con la infraestructura de la mano de algún distribuidor local de estas motos", sostuvo el cofundador de Swapy y remarcó que será en un país del Caribe y "de la mano de una plataforma de transporte muy importante".
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